Sin Azúcar Por Favor

Taza desbordada por tanta agua hirviente,
cayó mucho té al pulcro mantel,
el azúcar desmayada sobre alfombra
se trasforma en pólvora…
¡explotando! ¡rompiendo!
por tierra orgullosa de maldad
pues su majestad,
justa inocencia,
no vuelve a caminar,
está paralizada
en las mentiras creadas.

Manos atrapan mis mejillas palidecidas
de tales pensamientos… enloquecía.
Ojos evacuan saladas gotas
sobre mis dedos, sobre la mesa,
ayudando al exterminio del azúcar.
¿Podrán sobrevivir las blancas
en ese gris océano de esferas?
se expande tal vez sin límites la infección
hasta que suplique: “sin azúcar… por favor…”